Verse obligado a cambiar de oficina por unos días o semanas no es fácil para todo el mundo. Tener una nueva rutina de la noche a la mañana y además con una situación de incertidumbre, puede inquietarnos, no todo el mundo tiene la misma flexibilidad mental y física.

Sin embargo, los trabajos siguen su ritmo normal y los proyectos en curso no han parado. Puede ser complicado adaptarse a trabajar en casa, dejarse llevar por la comodidad o las distracciones y terminar el día sintiéndote mal por haber desperdiciado el día.

Como emprendedora he pasado bastante tiempo trabajando desde casa, por eso quiero transmitiros unos tips que pueden ayudarte a ser más productivo y mantener la calma y el ritmo de trabajo mientras estás trabajando desde tu salón.

              1. Despiértate todos los días a la misma hora: evidentemente te ahorras tiempo de desplazamiento y seguramente puedes dormir más estos días, pero aún así ten una rutina: pon el despertador a la misma hora cada día para ordenar tu día.

              2. Dúchate y vístete: trabajar en pijama no vale. Psicológicamente no ayuda nada a tu cerebro a despertarse ponerte a trabajar en pijama. Cada mañana sigue la misma rutina que si fueras a la oficina.

              3. Elige tu espacio de trabajo: una mesa y una silla, no vale el sofá. Tu cuerpo necesita estar en posición de trabajo, y tu cerebro no funciona de la misma manera si estás tumbado en el sofá, no se lo tomará en serio. Si puede ser un sitio con luz natural mucho mejor, y si no asegúrate de tener buena iluminación.

              4. Ordena: te dará claridad mental estar cómodo en tu espacio y te ayudará a concentrarte y evitar distracciones. Dedica un tiempo a colocar las cosas en su sitio y esto te aportará la estabilidad y el orden que necesitas para crear una rutina y ser productivo.

              5. Haz parones: baja a dar un paseo cuando lo necesites (aunque sea una vuelta a la manzana) o para a comer algo por la mañana o por la tarde, pero no delante del ordenador. Te ayudará a despejarte y coger un poco de perspectiva. Además los paseos ayudan a que no se te caiga la casa encima y tomar un poco de aire en la cara te oxigenará.

              6. Sé estricto con tu horario de trabajo y pon tus límites. Estás trabajando desde casa, no de vacaciones. Es importante que tengas claro de qué hora a qué hora quieres trabajar, así si te llaman para pedirte algo o proponerte un plan tienes claro cuál es tu límite y sabes a qué hora puedes hacerlo. No olvides tener un horario de comida fijo cada día y finalizar tu jornada laboral, sin dejar cosas abiertas.

              7. Desactiva las notificaciones del móvil: estás trabajando “solo” (aunque haya más gente en casa no tienes ni compañeros de trabajo ni jefe), así que es más fácil distraerse con el móvil. Como en el punto anterior, ponte 2 momentos al día para mirar Whatsapp o las redes sociales para que no te roben tiempo.

              8. Finaliza tu jornada laboral: cuando termines cierra el día apagando el ordenador y organizando tu día siguiente. No dejes cosas abiertas antes de irte a dormir.

              9. Dale a tu cuerpo el combustible que necesita: bebe mucha agua y aprovecha para comer comida sana y hecha en casa. Si por lo menos el 50% de tu plato son verduras afrontarás la tarde con más energía y resistirás la llamada de la siesta.

En la medida de lo posible, sigue con el resto de tu rutina normal. Si te hacías tupper la noche anterior, sigue preparando la comida la noche anterior, acuéstate a la misma hora…

Si se te hace un poco bola la situación, tómatelo como una oportunidad y haz una lista de 5 cosas buenas que tiene el teletrabajo. Es un buen momento para trabajar muchas cosas como la disciplina, la pereza, la concentración… y además ¡no hay mal que cien años dure!