La Navidad es un momento muy especial del año pero pueden convertirse en unas fechas complicadas: días estresantes, con tantos planes, cenas y regalos pendientes.
Mil encuentros con familiares y amigos, siempre alrededor de la comida y bebida. Por eso es importante quedarse en lo esencial y mantener la calma para poder gestionar los pequeños estresores que van surgiendo.
Aquí tienes unas pistas para seguir cuidando tu cuerpo sin ser el “rarito” ni dejar de comer roscón o tomarte tu copa después de la comida de Navidad. Lo importante es poner orden y priorizar, y que sean de verdad días de descansar y disfrutar.
Creemos que nuestro cuerpo está a nuestro servicio: podemos darle lo que queramos, que él se las apaña para sobrevivir y poder llevar a cabo todos esos procesos complejos. Pero la realidad es: ¿con que coste se las apaña? Si no le damos los nutrientes que necesita, con el tiempo se va debilitando y empiezan a fallar algunas funciones.
Por eso es tan importante cuidar nuestra alimentación y no conformarnos con lo primero que pillemos por el camino. Pensamos que la alimentación sirve para darnos la energía que necesitamos durante el día y así calorías que entran por las que salen. Pero no funciona así: la alimentación tiene un papel mucho más profundo y necesario.
Hay alimentos como el azúcar, el alcohol o la cafeína que hacen a nuestro cuerpo trabajar mucho más de lo que necesita, y sin embargo, otros alimentos que lo fortalecen y facilitan su trabajo, lo que nos ayuda a vivir más relajados y tener más energía para otras cosas de nuestra vida.
El azúcar y el alcohol es uno de los principales factores que estresan a nuestro organismo por dentro. Por eso es importante controlarlo, sin excesos por ninguno de los dos lados: ni dejando de comer durante 1 día entero ni desayunando cada día medio roscón.
Es importante escuchar a tu cuerpo por dentro, poner límites y dedicarte tiempo a ti mismo. Es un momento fundamental para descansar y reponer fuerzas. También aprovecha esas reuniones con familia o amigos para sacar lo mejor de ti: conectar con los que más quieres, decir cosas bonitas, sentirte agradecido por toda la gente que te quiere, y hacer sentirse bien a los demás cuando están a tu alrededor.
Aquí tienes Nine Good Reasons para seguir cuidándote en Navidad.
Así cerrarás el año de la mejor manera posible y empezarás el 2020 con toda la energía y ganas que habrás ganado durante las vacaciones!!
1.No te sobrecomprometas: recuerda que no hace falta ir a todos los planes de todos tus grupos de amigos, trabajos y familia. Sobre todo si no te van a ayudar a desconectar y descansar estas navidades. No pasa nada por decir que no: prioriza y párate a pensar cuáles te puedes saltar. Sé sincero y realista sobre los planes que te aportan y el tiempo que ocupa cada uno. No vale ir con la lengua fuera todas las vacaciones y estar 15 minutos en cada plan.
2. Desayuna todos los días: no vayas a una comida después de 18 horas de ayuno porque vas a llegar y te lo vas a comer todo. Los excesos no son buenos ni por un lado ni por otro, así que no hagas locuras. Empieza el día con un desayuno equilibrado que te mantenga saciado durante la mañana y te aporte los nutrientes y vitaminas que necesitas. Tenéis algunas ideas aquí.
3. Haz ejercicio: aunque no entre dentro de tus planes ir al gimnasio en vacaciones, ponte un objetivo de ejercicio cada día: sal a pasear x pasos o haz un entrenamiento rápido en casa antes de salir de casa.
4. Duerme: dale a tu cuerpo las horas necesarias para descansar y recargar pilas. Parece que las vacaciones son para hacer 8.724.542 millones de cosas pero en realidad, amigos, sirven para descansar. Todos necesitamos mínimo 7-8 horas de sueño. No dormir lo suficiente es una de las causas de comer más de lo que necesitamos.
5. Controla tus porciones: en los días de Navidad comemos sin parar (roscón, churros, comidas, cenas…) Cuanto más nos servimos en el plato más tendemos a comer. Si puedes, elige un plato pequeño que te ayude a medir cantidades.
6. Empieza por las cosas sanas: si empiezas por las comidas más nutritivas primero, le das a tu cuerpo lo que necesita y evitarás forrarte a calorías vacías. Si por el contrario empiezas por los caprichos, luego no te apetecerán los alimentos más nutritivos. Como los niños, vamos. Aprovecha para cocinar y ¡probar recetas de dulces sanos!
7. Decelera: come despacio y disfruta de los sabores que no estás acostumbrado a tomar todos los días. Deja espacio entre bocado y bocado: mastica bien y no pongas tu tenedor en la boca hasta que no hayas tragado y respirado. Así serás más consciente de cuándo estás lleno.
8. Bebe agua: en las fiestas tomamos más azúcar y alcohol que de manera regular. Esto impacta directamente no solo sobre el peso si no sobre nuestra salud y el sistema inmunitario. Beber agua y mantenerse hidratado es fundamental en estos días de excesos. Tip: tómate un vaso de agua entre vino y vino o entre caña y caña y tu cuerpo te lo va a agradecer.
9. Vive el momento: mantente en el aquí y el ahora. La energía que transmites – tus pensamientos, palabras y sentimientos – crean tu propia experiencia. Tu eres el único responsable de tu actitud. Todos hemos escuchado hablar de la ley de Atracción: todo lo que proyectas, ¡vuelve a ti! Si no te gusta lo que tienes alrededor, quizá puedes mirar primero lo que hay dentro de ti.
Y ahora… ¡A JUGAR!